Fisioterapia y futuro: HABLANDO DE ELEFANTES

Seguimos con la metáfora de nuestro amigo Manel. Podríamos decir que dentro de nuestro colectivo existen dos tendencias; la que busca la evidencia y la “paracientífica”.

Esta dualidad, para mi necesaria, la podríamos extender a otro símil: fisio-osteópata, osteópata-quiropráctico, acupuntor-punción seca, masajista-fisio...Cada uno con su correspondiente “lado oscuro” o paracientífico.

A pesar de su enorme parecido, el elefante africano y el elefante asiático son especies diferentes. Muy cercanas, eso sí, pero... ¿sabrías distinguirlos?

Asiáticos Y AFRICANOS

¿Pero cuántas especies de elefantes hay?

Hasta hace poco se creía que sólo existían dos especies de elefante: los elefantes africanos y los elefantes asiáticos; sin embargo, esto ha cambiado recientemente...

Desde siempre, los elefantes asiáticos se han considerado como una sola especie llamada Elephas maximus pero con tres grupos diferentes o subespecies: los índios (los más conocidos), los de Sumatra y los de Sri-Lanka .

Así pues en la actualidad existen tres especies de elefantes, 2 en África y 1 en Ásia, aunque la especie asiática está formada por 3 subespecies (la india, la de Sumatra y la de Sri-lanka). ¡Vaya lío!

Vuelvo a lo mismo, pero aquí podéis hacer el símil como queráis. Por ejemplo tres especies: fisios, osteópatas y acupuntores.

¡Qué trompa!

La trompa es sin duda el rasgo más característico de este animal. Es un órgano flexible y poderoso, formado por puro músculo y sin huesos. Para que nos hagamos una idea, está formada por la fusión y elongación de la nariz y el labio superior.

Nuestra trompa son nuestras manos, está claro.

Los elefantes sacan mucho partido a su trompa: la pueden usar a modo de mano para acercarse agua y comida a la boca (algo muy útil teniendo en cuenta la envergadura de estos animales y su relativa dificultad de movimiento), para oler o para darse baños de agua y polvo.

Pero quizás el uso más sorprendente sea la comunicación con otros elefantes, no sólo acústicamente sino también por gesticulación.

Como vimos en las “Jornadas TIC i fisioteràpia” debemos aprovechar los nuevos (no tan nuevos) recursos que nos ofrecen internet y las redes sociales para mejorar la comunicación y compartir conocimientos. Nuestro colectivo se caracteriza por un cierto individualismo y secretismo que llena nuestros egos o aspiraciones a gurú. “yo hago una técnica que aprendí...y que me funciona...pero que no te explico porque es muy compleja”. Bueno, hasta cierto punto uno puede pensar que no hay que compartir conocimientos que le han costado dinero y tiempo, y que ese es su valor diferencial. Está claro que así no avanzará el colectivo. También creo que, como un cuchillo de doble filo, la parte artística del "savoir-faire" es una de las más bonitas de nuestra profesión.

Los enemigos de los elefantes

Seguro que nos preguntamos ¿quién puede desafiar a un animal tan grande? Efectivamente, los individuos adultos carecen de depredadores naturales gracias a su gran tamaño..

A veces me sorprende que los fisioterapeutas tengamos tantos enemigos siendo tan grandes. Los masajistas, los quiroprácticos, los reikinianos...y a veces el enemigo está en casa. Aquello de que el profe me tiene manía ya no funciona.

Sin embargo las crías son vulnerables a los ataques de leones, leopardos, cocodrilos y más raramente, hienas. Los recién salidos de la universidad reciben ataques por todos los lados, y en especial por el gran negocio que hay detrás de los cursos, cursetes, postgrados y demás.

los elefantes africanos tienen especial aversión a los rinocerontes, hasta el punto de que los atacan nada más verlos. Hombre!!! Los médicos rehabilitadores!!

Pero una de las mayores amenazas para los elefantes somos los humanos...el elefante africano se considera hoy en día una especie en peligro de extinción.

Um poco lo que comentaba Manel, el colectivo debe adaptarse a los cambios, avanzarse al futuro y mejorar, para evitar nuestra propia desaparición.